El sistema de riegos tradicionales del río Segura volvió ayer a sufrir un nuevo episodio de mortandad de peces a su paso por la Vega Baja. Cientos de peces, más de una tonelada, según se explicó desde la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), fueron hallados flotando en diversos azarbes de la comarca, desde donde llegaron a la desembocadura del cauce fluvial, en Guardamar, arrastrados por la corriente.
Los azarbes (que son sistemas que recogen el agua filtrada en las parcelas de la huerta tras ser regadas) donde han sido hallados los cientos de ejemplares de mújoles y carpas provienen de los drenajes de las huertas tradicionales de San Fulgencio, Dolores, Guardamar y Rojales, según las primeras averiguaciones de la Guardería Fluvial de la CHS. Fuentes de este organismo explicaron que ayer, nada más detectarse la mortandad, se puso en marcha un operativo de retirada de los ejemplares muertos y una investigación con el objeto de determinar el origen de la mortandad.
De momento, y a la espera de los resultados que arrojen los distintos análisis a practicar, tanto en el agua como en terrenos de cultivos, desdela CHS se barajan dos hipótesis principales como origen de la muerte de los peces. La primera, a consecuencia de las altas temperaturas registradas en los últimos días que "hace disminuir el oxigeno de las aguas de los azarbes y produce las muertes por asfixia". La segunda es que pueda deberse a la utilización en la agricultura de algún tipo de abono o desinfectante de las tierras. En este sentido explicaron que este tipo de productos no tienen por qué estar prohibidos. "Lo que pasa es que debido a los drenajes de los terrenos regados, se pueden haber concentrado y producido la mortandad".
De momento, y a la espera de los resultados que arrojen los distintos análisis a practicar, tanto en el agua como en terrenos de cultivos, desde
FUENTE. Información.es
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